PARAMETRIA

Cada vez son más los mexicanos que se sienten temerosos de ser víctimas de la delincuencia una vez que salen de sus casas a realizar sus actividades cotidianas. En agosto del 2007, el 45% de las personas dijo sentirse insegura al momento de dejar su domicilio, mientras que en marzo del 2009 este dato se ubica en 55%. Un incremento de diez puntos porcentuales en año y medio.

Pero esta percepción de inseguridad no es uniforme en todos los estados del país, en algunas entidades la sensación de ser víctima del crimen se acentúa aún más entre la población.

De acuerdo con el Indicador Estatal 2009 de Parametría, en 11 estados de la república el 60% o más de la gente dice tener miedo de sufrir algún delito cuando sale de su vivienda.

Aquellos estados donde la población se encuentra más atemorizada son: Durango, Chihuahua, Baja California, Nuevo León y el Distrito Federal. En estas cuatro entidades siete de cada diez personas vive con miedo de caer en manos de la delincuencia.

En una posición más cercana a la media nacional (55%) estarían los estados de Guerrero, Aguascalientes, Sinaloa, Tlaxcala y San Luis Potosí. Mientras que el mejor de los mundos para el ciudadano mexicano se registra en Colima, seguido de Baja California Sur, Chiapas y Campeche. En el caso del primero sólo 1 de cada 4 mexicanos temen ser víctimas de algún delito.

Es importante destacar que esta percepción de inseguridad no implica una evaluación del gobierno del Estado, sino el sentimiento de vulnerabilidad, independientemente de quien sea la autoridad responsable de resolver el problema.

Otro elemento a destacar, es que estas percepciones de inseguridad están vinculadas o determinadas por el clima de violencia local que ha creado el narcotráfico. Aunque una parte de la percepción de inseguridad pasa por un juicio independiente al clima de violencia de la guerra que el país está librando.

Ahora bien, aunque es cierto que una buena parte de los mexicanos apoyan el esfuerzo del presidente Calderón en la guerra contra el narco, también es cierto que este apoyo no es homogéneo en todo el país. Ante la pregunta de qué es mejor «¿Que no haya violencia en el país aunque exista algo de narcotráfico o que se combata el narcotráfico aunque se genere violencia en el país?» la mitad de los mexicanos (51%) está con el presidente, mientras que una minoría (34%), estaría dispuesta a tolerar la presencia del narco.

Los estados de mayor apoyo al presidente son una combinación de lugares donde ha pasado muy poco como Colima, Campeche, Chiapas o Oaxaca y los de más apoyo donde ha habido eventos recientes como Guerrero, Nuevo León o Tamaulipas.

Por otra parte, llaman la atención también los de menos apoyo como Zacatecas, Hidalgo, Chihuahua, Distrito Federal, y Estado de México donde la mayor parte de los ciudadanos parecen rebasados por la violencia y dicen poder tolerar la actividad del narco.

Uno de los aspectos que en mayor o menor medida influye en la percepción de los mexicanos sobre la inseguridad, tiene que ver con el trabajo del Presidente Felipe Calderón en esta materia. En general, en los lugares donde la labor del Ejecutivo Federal es mejor evaluada, el temor por parte de los ciudadanos a salir a la calle es menor y viceversa. Esta situación no siempre se cumple, pero si se aprecia una cierta tendencia.

Por ejemplo, en los estados de Colima, Yucatán, Nayarit, Campeche y Chiapas, además de ser de las entidades donde existe un menor riesgo de sufrir algún delito según sus propios habitantes, la evaluación del Presidente en el combate a la delincuencia es bien evaluada. En estos estados más de la mitad de la población aprueba el desempeño del gobierno federal en este campo.

Esta situación también se puede observar -pero a la inversa- en los lugares donde la gente se siente más vulnerable a la delincuencia. En estados como Chihuahua, Durango, Baja California y Nuevo León, el Presidente de la República resulta reprobado en el combate a la delincuencia.

Estos datos invitan a reflexionar sobre la efectividad de la estrategia de seguridad implementada por el gobierno federal tanto en materia de comunicación como de resultados.

Es decir, es claro que Chihuahua, Durango, Baja California y Nuevo León son entidades donde la intervención de las fuerzas federales se ha hecho más notoria en comparación con otros lugares, y en consecuencia, podría esperarse una mejor calificación del Presidente en este rubro. Pero los resultados de la encuesta de Parametría indican lo contrario.

La gente de estos estados – Chihuahua, Durango, Baja California y Nuevo León- no está satisfecha con el trabajo realizado por las autoridades federales en el combate a la delincuencia o al menos no se le ha sabido comunicar cuáles serán los resultados y el tiempo que tomará la solución del problema.

En el caso de las entidades que evalúan positivamente al Presidente en el campo de la seguridad, no puede establecerse si la buena evaluación obedece a la efectividad de las políticas empleadas en esas localidades, al status de seguridad que ya prevalecía en el estado o al impacto de la campaña de comunicación del gobierno federal en estos lugares.

Respecto a esto último, la gente podría considerar que si bien en su comunidad no tienen un problema tan fuerte de inseguridad como en otros lados, lo que está haciendo el gobierno en otras trincheras del país es adecuado.

Los resultados presentados en la encuesta muestran un deterioro en la percepción de seguridad de los ciudadanos, aunque no es un tema que está afectando por igual en todos los estados. Asimismo, la variabilidad observada en las entidades en cuanto a la calificación otorgada al Presidente en seguridad y la manera de abordar el problema, sugiere estrategias de acción y comunicación focalizadas.

 NOTA METODOLÓGICA. Estudio: Encuestas en vivienda. Representatividad: Estatal. Número de entrevistas por estado: 400. Número de entrevistas a nivel nacional: 12,800. Nivel de confianza estadística: 95%. Margen de error por estado (+/-) 4.9%. Margen de error a nivel nacional (+/-) 0.9%. Diseño, muestreo y análisis: Parametría SA de CV. Método de muestreo: Aleatorio sistemático con probabilidad proporcional al tamaño. Unidad de muestreo: Las secciones electorales reportadas por el IFE. Fecha de levantamiento: del 21 de Febrero al 8 de Marzo del 2009.