PARAMETRIA

De acuerdo con las Naciones Unidas, la Tierra con sus diversas formas de vida que incluyen a más de 6,000 millones de seres humanos, se enfrenta en este comienzo del siglo XXI con una grave crisis del agua. Y todo parece indicar que este problema continuará empeorando a no ser que se emprendan acciones correctivas.

Tan sólo en México, la disponibilidad de agua per cápita llegó a ser de 18,000 metros cúbicos anuales en los años 50 y actualmente asciende a 4,700 metros cúbicos, pero podría reducirse a 3,500 metros cúbicos para el 2025 si no se adoptan medidas para conservar el recurso, según datos de la Comisión Nacional del Agua.

Analizar la percepción de los mexicanos sobre esta problemática resulta de gran interés y relevancia, no sólo por lo que implica el tema en sí mismo sino por las posibles acciones que podrían emplearse en la búsqueda de una solución. Para ello consideremos la información que nos proporciona la Encuesta Nacional Parametría en vivienda.

Abasto de agua potable en México

Uno de los objetivos trazados por las Naciones Unidas para el 2015 es reducir a la mitad la proporción de personas sin acceso al agua potable. De acuerdo con la Encuesta Nacional Parametría, en México, el 24% de las familias no tiene agua potable en su casa, mientras que el 74% de los hogares sí cuentan con el líquido en su vivienda.

De aquellos hogares que sí tienen agua potable en su casa, el 67% la recibe al menos seis días a la semana, mientras que un 30% la recibe 5 días o menos durante la semana.

Si se toma como referencia el propósito de las Naciones Unidas respecto al abasto de agua potable, a México le quedarían 11 años no sólo para tratar de incrementar el número de familias con acceso a este recurso natural, sino también para mejorar la calidad del servicio, de tal forma que los hogares que actualmente ya lo reciben, les llegue con mayor frecuencia.

Escasez y precio del agua potable

Si el agua existiera en una cantidad ilimitada, el mundo simplemente no se ocuparía de esta cuestión. De hecho hace muchos años, si bien había chimeneas que arrojaban hollín y agua contaminada con microorganismos. Los seres humanos eran tan pocos y la tierra tan vasta que estos insultos a la naturaleza podían absorverse sin graves consecuencias y por consiguiente el precio del agua podía llegar a ser cero.

Sin embargo, el enorme crecimiento poblacional, los desechos que se vierten a diario y el exceso de uso o uso indebido de este recurso, han hecho que el agua requerida para satisfacer las necesidades del hombre se encuentre en menores cantidades. Y cuando un bien empieza a escasear, el precio tiende a subir y la sociedad debe buscar la forma de utilizarlo lo más eficientemente posible para satisfacer las necesidades de los individuos.

En México, la disminuciín de la disponibilidad de agua, ya empieza a verse reflejada en la percepción de la gente. Para el 74% de la población el agua en México se está acabando, mientras que un 16% considera que no es así.

No obstante, esta apreciación de escasez del agua no corresponde con el precio que la gente desea pagar por ella. Al preguntar sobre el precio que pagan por el agua, el 36% considera que paga más de lo que vale, el 49% piensa que paga lo que vale y apenas un 9% opina que paga menos de lo que vale.

Esta situación llama la atención, porque de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua, en promedio en el país se cobra 1.40 pesos por litro cuando el costo de abastecerla es de 5 pesos por litro. Es decir, a pesar de la escasez del líquido los individuos prefieren pagar más por un refresco o agua embotellada que por el suministro de la misma.

Otro dato interesante, es que las personas creen en parte que el agua se está acabando porque la demás gente no la cuida (59%), pero cuando se le pregunta al entrevistado directamente si él o ella cuida el agua, sólo el 23% reconoce no cuidarla.

Conclusión

Todos estaríamos de acuerdo en que la pureza y calidad del agua es un objetivo deseable, pero ¿cuánto estamos dispuestos a pagar para conseguirlo? Para algunos se trata fundamentalmente de un problema de actitud. Sin embargo la ausencia de una conciencia clara sobre la magnitud del problema resulta en un vacío de medidas correctivas y necesarias.

NOTA METODOLÓGICA. Estudio: Encuestas en vivienda. Representatividad: Nacional. Número de entrevistas: 960. Nivel de confianza estadística: 95%. Margen de error: (+/-) 3.2%. Diseño, muestreo y análisis: Parametría SA de CV. Método de muestreo: Aleatorio sistemático con probabilidad proporcional al tamaño. Unidad de muestreo: Las secciones electorales reportadas por el IFE. Fecha de levantamiento: Del 28 de febrero al 4 de marzo de 2004.