Hay que ser un director osado para llamarle Roma a una película que no tiene que ver con El Imperio, no está filmada en Italia, ni en ella se habla italiano. En la lectura más literal, el nombre se debe al barrio en el que vivía el director. En una lectura decodificada es un homenaje al cine neorrealista italiano de Visconti, De Sica y Rossellini o incluso el posneorrealista de Fellini. Para algunos nos refiere hasta a Bertolucci.
Probablemente una de las mayores virtudes de la película es haber hecho de un tema local una historia universal. No hay otra manera de explicar que haya gustado a tantos públicos, sea reconocida por tantos críticos y este nominada a tantos premios. Sin duda hay una referencia a temas universales y algunas referencias culturales de época.
Para quienes vivimos en este país, en esta ciudad, frecuentábamos la colonia Roma o más aún para quienes nuestra infancia se ubica alrededor de 1970, es difícil ver de manera objetiva esta obra de Cuarón. Lo hace aún más complicado si uno fue al cine Las Américas, sigue asistiendo al Metropólitan, creció escuchando voluntaria o involuntariamente a Leo Dan, Juan Gabriel, José José, Roció Dúrcal, Rigo Tovar, Los Socios del Ritmo, o el Acapulco Tropical, entre otros.
La lista de elementos culturales domésticos nostálgicos es interminable. Recordar los programas televisivos como «Ensalada de locos», o un acto del «Profesor Zovek» en «Siempre en Domingo»; escuchar referencias a estaciones de radio como La Pantera y Radio Éxitos, o la estación XEQK que anunciaba Haste y daba la hora del observatorio cada minuto, son sólo algunos ejemplos.
El mismo efecto nostálgico lo causan las referencias a la vida política: con cerros pintados con LEA en zonas suburbanas, y anuncios pegados en postes con la campaña del ex presidente Echeverría en la ciudad o eventos del gobernador del Estado de México, Carlos Hank. En este terreno tal vez el recuerdo más doloroso es ver la Avenida San Cosme y alrededores y saber lo que iba a pasar allí, antes del desenlace de la escena en la película.
Incluso se puede sentir nostalgia por instituciones que existen pero no funciona como solían hacerlo. Nostalgia por la calidad y el nivel de servicio que llegó a tener el IMSS en esos años. Ver un Centro Médico limpio, eficaz y con un servicio ejemplar deja claro que en algunos temas hemos perdido.
Todo esto hace muy difícil ver de manera objetiva Roma y es inevitable darle la razón a quien la llama «una obra maestra». Hay que sumarle además todos los elementos técnicos como la fotografía, el sonido, la producción en general. La calidad de los valores de producción más allá de la historia son objeto de nominaciones.
Aun así, se tiene que hacer el esfuerzo de verla con objetividad e intentar entender qué es lo que el resto del mundo está viendo en esta película. Como cualquier obra de arte, Roma tiene la cualidad de hablarles a muchos públicos. Como toda obra de arte está sujeta a muchas interpretaciones. Tal vez entender estas interpretaciones nos ayude a entender su universalidad.
Uno de los atributos de Roma puede ser la visión nostálgica de un mundo que ya no existe, de un tiempo que se nos fue. Entre los temas universales está la perdida de la inocencia, el tema del divorcio, el acoso sexual, el racismo, el clasismo, la migración, los conflictos familiares. Todos son temas universales.
Otra razón que puede explicar el interés internacional en Roma, puede ser por las señales al público internacional como escuchar música de Pérez Prado en «Corazón de Melón»; canciones de la ópera-rock de Lloyd Webber «Jesucristo Superestrella» («I don´t know how to love him»), «Mamy Blue» de Roger Whittaker o «Yellow River» de Christie. Se pueden identificar marcas de autos que fueron de uso masivo: por ejemplo tenemos Galaxies, Opels, VW en «bochos» y «Combis».
Sin embargo, más allá de la nostalgia y la universalidad hay temas que siguen estando presentes en nuestro país y no dan lugar a la nostalgia; el clasismo y racismo ya mencionados, violencia de género, las violaciones a derechos humanos a los que hacen referencia, embarazos no deseados, etc. Pero de todos ellos el que es central en la película y en nuestro país, es el trato al servicio doméstico. Las escenas de exclusión, abuso psicológico, trato despectivo y condescendiente está presentes en toda la historia y lamentablemente son actuales.
De acuerdo con cifras de INEGI de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, en México 2, 210,100 personas realizan trabajo doméstico remunerado; de éstas, la mayoría son mujeres. Uno de los debates que se ha dado tiene que ver con las condiciones laborales que tienen las personas que hacen este trabajo. Las mediciones realizadas por Parametría muestran que ha ido ganando terrero la opinión que refiere que quienes se dedican a hacer trabajo doméstico deben tener las mismas prestaciones de ley que cualquier otro empleo.
En diciembre de 2018, el 21 por ciento de los mexicanos dijo que alguna vez había tenido que pagar a alguien para que realizara el aseo en su hogar. Éste puede ser un indicador sobre la clase media en el país por lo que es importante continuar con su medición y ver cambios en el tiempo. Respecto al tema de los derechos laborales, nueve de cada diez personas están de acuerdo con que quienes hacen trabajo doméstico reciban las prestaciones de ley. Este posicionamiento se incrementó de 2016 a 2018 en cinco por ciento y un dato relevante es que el apoyo permanece alto aún entre quienes contratan este servicio y que les pudiera significar un costo extra.
Más personas apoyan que las prestaciones laborales sean no sólo para las y los trabajadores del hogar que se quedan «de planta» en las casas, sino que este derecho sea den también a quienes van algunos días entre semana (51 por ciento). Es importante el nivel de conocimiento que hay en México sobre la decisión que tomó la Suprema Corte de Justicia de la Nación recientemente al señalar que era una obligación de las personas dar seguro social a quienes hacen este tipo de trabajo, el 56 por ciento de la población supo de dicha resolución.
Estos números ofrecen una lectura al panorama sobre el trabajo doméstico en México. Contar con prestaciones de ley será muy importante para que las y los trabajadores que hacen limpieza en los hogares puedan tener una mejor calidad de vida. Este cambio en la ley también podría ayudar a reducir los niveles de discriminación y clasismo con el tiempo considerar el trabajo doméstico como cualquier otro trabajo.
Roma es un homenaje a las trabajadoreas domésticas, al parecer no sólo de México. En lugares de Estados Unidos como Los Angeles ya hay movimientos pro derechos este sector laboral, a partir de la pelicula. Tal vez nuestro mejor tributo sería hacer que este tema para nuestro país fuera nostalgia y no presente. Hacerlo un tema del pasado y no actual. Reconocer derechos laborales del servicio doméstico podría ser nuestro mejor homenaje a Roma.
NOTA METODOLÓGICA:
Parametría. Encuesta en vivienda. Representatividad: Nacional. Número de entrevistas: 800 encuestas realizadas cara a cara del 15 al 24 de diciembre de 2018. Nivel de confianza estadística: 95 %. Margen de error: (+/-) 3.5 %. Diseño, muestreo, operativo de campo y análisis: Parametría SA de CV. Método de muestreo: Aleatorio sistemático con probabilidad proporcional al tamaño. Unidad de muestreo: Las secciones electorales reportadas por el INE. Población objetivo: Personas de 18 años en adelante con credencial para votar que al momento de la entrevista residan en el lugar de interés.
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