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Julio 03 Edomex

Cinco explicaciones del 3 de julio en el Estado de México

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Existen por lo menos 5 explicaciones que nos ayudarían a entender los 40 puntos de diferencia entre la primera y la segunda fuera electoral en el Estado de México. Es probable que ninguna de estas explicaciones baste por sí misma, pero tal vez en conjunto nos pudieran ayudar a entender tal diferencia.

1) La explicación histórica: el Estado de México siempre ha sido priista en las elecciones de gobernador, la elección más cerrada ha sido la de hace 12 años en la que el ex gobernador Arturo Montiel ganó con 7 puntos porcentuales por arriba del PAN. La anterior de Enrique Peña Nieto tuvo una diferencia de 23 puntos. En estos términos el electorado del Estado de México, por lo menos en elecciones de gobernador, siempre se ha comportado de manera muy priista, aunque no en elecciones presidenciales presidencial (2000 votó por el ex presidente Vicente Fox y en 2006 por el ex candidato Andrés Manuel López Obrador.

2) El factor participación: con una participación de 43%, al igual que la de hace 6 años, se ve favorecido el partido en el gobierno, baste recordar que en los casos de alternancia de Oaxaca y Puebla el año pasado, la participación fue histórica. Estos niveles de participación se pueden considerar bajos, pero por lo menos no inferiores a los de la elección anterior. Si hubiera una tendencia a la baja, entonces la participación habría sido de 33%, ya que de 1999 a 2005 bajó 10 puntos porcentuales, de 53% a 43%. En todo caso lo meritorio de esta elección es que por lo menos se mantuvo el mismo nivel de participación.

3) La elección depende del candidato: este es sin duda uno de los principios que está imperando en las elecciones locales del país. Ésta no es la excepción. Eruviel Ávila fue con mucho el candidato más conocido y mejor evaluado desde el inicio de la elección. Y ante un escenario de campañas de menos de dos meses (45 días para ser exactos), el nivel de conocimiento e imagen previo a la campaña de los candidatos resulta fundamental.

4) Toda la política es local: hace años hubiera sido imposible una elección entre un ex Jefe de Gobierno; un ex senador, ex Embajador y ex secretario particular del presidente contra un presidente municipal. Mucho menos probable hubiera sido que el ganador resultara el ex presidente municipal. Eruviel Ávila no ha hecho más que política local, jamás fuera del Estado de México. Ganó el presidente municipal, una reafirmación de la política local.

5) Finalmente, la importancia del gobernador saliente: Enrique Peña Nieto sin duda representó una gran plataforma para el candidato del PRI. Sin embargo la encuesta de salida indica que aunque para la mayor parte del electorado el factor Peña Nieto fue fundamental, los priistas dijeron haber votado más por próximo gobernador que por el saliente. El factor Peña Nieto fue necesario, pero no suficiente.

A partir de estos elementos se observa que los votantes del Estado de México no forman un electorado irracional o que merezca ser subestimado ni despreciado en términos de qué tanta importancia y valor otorga a su voto.

El ejercicio de exit poll, en este caso el realizado por Parametría, sirve más que para dar estimaciones sobre el ganador, para examinar al electorado y explorar las razones de su voto. Los resultados del estudio permiten ver que fueron los jóvenes, las mujeres y los sectores de ingreso bajo los que dieron la victoria al PRI.

El PRI se vio beneficiado por el electorado más numeroso por género (mujeres), por edad (jóvenes) y por ingreso (bajo) y nivel educativo (básico). Así, el electorado mexiquense permitió que el PRI (aliado al Partido Verde y a Nueva Alianza) regresara a los niveles de votación obtenidos en 1993.

Siete de cada diez mujeres que ayer votaron en el Estado de México lo hicieron por el PRI. Un cuarto de las electoras sufragó por la alianza encabezada por el PRD y apenas el 10% lo hizo por el PAN. Entre los hombres el PRD obtuvo el 32% de los votos, frente al 55% del PRI. Resalta la ventaja de 65% de voto femenino obtenido por el PRI sobre el 25% recibido por el PRD, una diferencia de 40 puntos. Entre varones esa ventaja es de 23 puntos, lo que muestra la importancia del electorado femenino para el tricolor en esta elección.

En cuanto a edad se observa que la mayoría de los votantes de 18 a 25 años –el grupo etario más joven- votó también por el PRI.

Fueron los votantes de 26 a 35 años donde Encinas encontró mayor número de votos, con el 32% de los ciudadanos de este grupo votando por él.

Ávila logró que los nuevos electores apoyaran al tricolor, con lo que se refuerza la tradición priista local de los votantes mexiquenses. Rumbo a las elecciones del siguiente año, los partidos deberán prestar atención a que a nivel federal, los votantes jóvenes -de 18 a 24 años- suman ya el 17% del electorado.

Fue de los sectores de edad más avanzada (entre los votantes de 36 a 55 años) de donde el PAN obtuvo más votos.

La escolaridad es por sí misma un dato: 62% de los votantes encuestados tenían como grado máximo de estudios algún nivel básico de educación, de ellos el 33% sólo la primaria y el 29% la secundaria.

Se observa que, a mayor escolaridad, menos votos para el PRI. Un 70% de los votantes sin estudios dio su voto al tricolor, los mismo que los electores con primaria y secundaria. El cambio empieza en quienes estudiaron la preparatoria, pues menos de la mitad (48%) votó por el PRI, y en universidad lo hizo apenas el 37%. De los electores con estudios de preparatoria, el PRD obtuvo 39% y el PAN 13%; de aquellos con universidad el PRD fue el que más votos captó con 41% y el PAN 22%. Es precisamente en los votantes con estudios universitarios el único grupo donde el PRI fue superado en sufragios por otro partido, en este caso por la alianza encabezada por Encinas.

La encuesta preguntó también sobre la influencia del gobernador Enrique Peña Nieto en las elecciones. Cuatro de cada diez electores opinaron que el Mandatario estatal tuvo más peso que Eruviel Ávila en los comicios, frente al 27% que opinó que Ávila tuvo más peso que el gobernador saliente.

Aquí existe dos datos que aportan luz para el análisis, 44% de los votantes que vieron mayor peso de Peña Nieto en la elección votaron por la oposición (28%) por el PRD y 16% por el PAN). Y mientras el público en general cree que el político de más peso en la elección fue Peña Nieto, los que votaron por el PRI piensan que fue Eruviel Ávila.

Los números sobre la identificación partidista permiten ver que fue el PRI el que recibió más votos de los independientes. El 43% de los electores entrevistados declaró algún grado de identificación con el PRI, 15% con el PRD y 12% con el PAN, mientras que el 17% dijo no identificarse con ningún partido.

Más del 90% de los ciudadanos identificados con el PRI y con el PRD votaron apoyando a sus partidos. En cambio, un 65% de los identificados con el PAN votó por Bravo Mena, un 24% por Ávila y el 11% por Encinas. Así, fue el blanquiazul el partido que más votos cedió a sus contrincantes.

Para los electores mexiquenses, los temas más importantes en la elección fueron la inseguridad y la economía. Quienes se preocuparon más por la inseguridad dieron menos votos al PRI que aquellos que consideraron más importante la economía (54% frente a 67%). El dato más relevante sea quizá que el PAN obtuvo únicamente 15% de votos de aquellos electores que creyeron más importante la inseguridad, es decir, la bandera de política pública del actual gobierno federal –la lucha contra la inseguridad- no fue elemento suficiente para que el blanquiazul obtuviese más votos ni siquiera entre los que ven en la falta de seguridad el tema más importante para la entidad.

Artículo publicado en La Razón el 15 de julio 2011

La encuesta fue patrocinada por Proyecto 40 y Televisión Mexiquense Canal 34.

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