Entre las elecciones celebradas entre 2008 y 2013 (Dos federales y 85 locales, incluyendo las extraordinarias) se han registrado 77 actos violentos en contra de autoridades electorales y de candidatos en campaña. Según Integralia, han ocurrido al menos tres tipos de actos de violencia recurrentes en las elecciones realizadas entre 2008 y 2013: robo de urnas (44), secuestro de candidatos (9) y asesinato de candidatos (24 casos).
El proceso electoral más violento fue el de 2011-2012. En esas elecciones se registró uno de cada tres asesinatos a candidatos el 40.9 % de las urnas robadas del total durante el periodo mencionado. Por su parte, Guerrero -estado que ha enfrentado cuestionamientos sobre sobre las condiciones de seguridad para realizar las elecciones de 2015- fue la entidad más violenta. Ahí fueron asesinados 5 candidatos (24 por ciento del total), todos pertenecientes al PRD, y también ahí se presentó el mayor robo de urnas (45 por ciento del total).
Con relación al secuestro de candidatos, en los comicios electorales de 2009-2010 se registró la mayor cantidad de casos (33 por ciento); le siguen los procesos electorales de 2008-2009 y 2012-2013, en los cuales fueron secuestrados dos candidatos en cada uno (22.5 por ciento), y sólo uno (11 por ciento) en las elecciones de 2010-2011 y 2011-2012, respectivamente.
En un proceso electoral en donde hay regiones del país sometidas a movilizaciones y protestas constantes y que celebrarán elecciones en 2015 -como Guerrero y Michoacán-, la inseguridad que padecen sus habitantes tiene efectos contradictorios en el ánimo de los electores para acudir a votar. Según una encuesta realizada por Parametría, 40 por ciento de los encuestados dijo que la inseguridad «le quita las ganas de salir a votar». Por otro lado, el 38 % dijo que eso hace que «le den más ganas de salir a votar». Con elecciones donde además de la cámara de Diputados se renovarán cargos públicos en 17 entidades incluidas nueve gubernaturas, la influencia de la inseguridad sobre la decisión para salir a votar será una variable importante, además de la desconfianza hacia los partidos que será otro factor que puede deprimir la participación.
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