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Careos

¿Por qué difieren las encuestas?

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En los últimos días se han publicado mediciones sobre la preferencia para la elección Presidencial de 2018. En general desde el último proceso electoral de 2016 la mayor parte de las mediciones había coincidido tanto en la preferencia de partidos como en la preferencia por candidatos.

Después del 4 de junio de 2016, en la mayoría de las series el PAN repuntó y se posicionó como la primera fuerza electoral del país. El PRI como la segunda y Morena pasó a ser la tercera, por encima del PRD. Durante el año, Morena fue creciendo y tomando cada vez más fuerza. Para finales del 2016 rebasó al PRI y pasó a ser segundo. A inicios de este año en algunas mediciones pasó a ser la primera o se empataba con la primera fuerza electoral. El PRI, en tanto, descendió a tercer lugar.

Las preferencias al interior de los principales partidos por posibles candidatos a la presidencia parecían también coincidir. En el PAN, Margarita Zavala destacaba, al interior del PRI el actual Secretario de Gobernación Osorio Chong despuntaba. Todo ello explicado por conocimiento de nombre. El PRD para efectos prácticos se presentaba como el único candidato el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, y en el caso de Morena nunca ha habido otro candidato más que Andrés Manuel López Obrador.

En lo que se conoce como careos, que refiere a los candidatos con sus partidos, si bien han ido variando, quienes han aparecido con mayor frecuencia como punteros son Margarita Zavala y López Obrador. Hasta allí las coincidencias.

Esta semana se publicaron mediciones que parecían diferir en sus resultados. A juzgar por los números se muestran más interpretaciones editoriales que evidencia estadística. La mayor parte de las diferencias están en margen de error. Sin embargo, aquellas diferencias sustantivas -o no- es necesario explicarlas.

Primero debemos hacer un ejercicio de validación para ver qué datos difieren o qué datos se parecen. El hecho de que muchos datos se parezcan no los hace correctos. O el que alguno difiera no lo hace necesariamente incorrecto. En general las interpretaciones dependen de las series que se estén describiendo y que un candidato o partido suba o baje, depende de dónde viene y si crece o decrece. La mayor parte de estos cambios están en margen de error, pero por razones mediáticas se magnifica el cambio.

La metodología puede ser otra razón para diferir. En general para temas electorales, salvo excepciones, las encuestas son cara a cara, realizadas en vivienda. Sólo en aquellos casos que la cobertura telefónica lo permite, el universo puede estar condicionado y la encuesta se realiza por vía telefónica. Está no debería ser una razón para diferir.

Las fechas de levantamiento pueden ser otro factor. La ventaja de reportar una elección tan lejana en el tiempo es que algunas de estas diferencias no deberían ser tan relevantes si se levantó 18, 17, 16, 15 0 14 meses antes de la elección. Entre más lejana la elección, mayor la posibilidad de varianza. En principio sólo son comparables las mediciones realizadas en fechas cercanas. Por ello las que se reportan aquí son sólo las levantadas o publicadas durante 2017.

El cuestionario y las preguntas puede ser otra razón para diferir. La pregunta electoral está bastante estandarizada y por más diferencias que haya tiene pocas variantes. El cuestionario podría influir un poco más dependiendo donde se encuentre la pregunta electoral. La idea es que el cuestionario no influya de manera sustancial sobre la pregunta electoral.

Finalmente, los llamados careos pueden variar dependiendo no sólo de los candidatos incluidos, si no del número de candidatos. De las misma manera puede influir el partido que representan y si es un candidato de facto o un posible candidato.

Establecidas todas estas posibles diferencias si comparamos los datos reportados por diferentes consultorías no parecen diferir tanto. Como se verá en los cuadros que reportan de mediciones entre enero y marzo las diferencias parecen estar en su mayoría en margen de error, sólo por excepción cambian los ganadores.

En enero de este año, tanto El Financiero como Parametría publicaron datos de careos, el orden de las preferencias coincide en ambos ejercicios. Andrés Manuel López Obrador (AMLO) era el candidato con mayor porcentaje de preferencias (33% y 31% respectivamente), resultados semejantes tomando en cuenta el margen de error de los ejercicios.  El segundo lugar era ocupado por Margarita Zavala y Osorio Chong ocupaba el tercer puesto en ambas encuestas.

En febrero El Economista/Consulta Mitofsky y El Universal/B&L publicaron encuestas y al igual que El Financiero y Parametría coincidían en el orden de las preferencias, como puntero AMLO, seguido de Zavala; en tercer lugar Chong, en cuarto y quinto sitió estaban Mancera y El Bronco, los porcentajes de ambas encuestas son coincidentes nuevamente tomando en cuenta el margen de error de los ejercicios.

En marzo, El Financiero, El Universal/B&L y Excélsior/BGC publicaron datos nuevamente, en dicha entrega observamos que la primera encuesta que difiere en el orden de las preferencias de los ciudadanos es la de El Financiero, quien coloca como puntera de la elección a Margarita Zavala. Otra diferencia entre estas encuestas es que El Financiero reporta un crecimiento del posible candidato del PRI, Miguel Ángel Osorio Chong que no se registra en los otros ejercicios demoscópicos.

El Financiero que han publicado dos mediciones este año, registra una caída en la preferencia del líder de Morena, AMLO pasó de 33% en enero a 29% en marzo, sin embargo, El Universal/B&L reporta un crecimiento del mismo de 27% en febrero a 33% en marzo. Ambos ejercicios muestran un incremento en la preferencia por Margarita Zavala, sin embargo, en la encuesta del El Financiero ésta es mucho mayor. Tampoco hay coincidencias en estas encuestas con lo que ocurre con Osorio Chong, pues mientras el Financiero registra un aumento de su apoyo como presidente (20 a 27%) en El Universal/B&L da cuenta de una baja en su preferencia (16% a 13%).

Si analizamos los datos electorales por partido político, observamos que este año, el primer y el segundo lugar han estado en disputa entre Morena y el PAN. En enero y febrero tanto Reforma, El Financiero y Parametría tenían como puntero a Morena, sin embargo, en las encuestas de El Universal/B&L y El Economista/Consulta Mitofsky era el PAN quien despuntaba. Las últimas dos mediciones realizadas por GEA ISA y El Financiero muestran un descenso en el porcentaje de Morena lo que lo coloca en el segundo lugar, en tanto que la última encuesta de Excélsior presenta un empate entre el PAN, PRI y Morena, todos con el 25% de la preferencia.

Tomando en cuenta esta información, en resumen y para propósitos prácticos podemos decir que tal vez las diferencias fundamentales entre las encuestas están en los criterios editoriales y la forma de presentar el dato, no necesariamente en el dato en sí mismo.

Artículo publicado en Milenio el 07 de abril de 2017

Disponible en: https://goo.gl/iss4Yi

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