MENUMENU

El cambio es irreversible

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Por: La Razón

El término homosexualidad fue utilizado por primera vez por Karl-Maria Kertbeny en el siglo XIX, pero la historia de las parejas del mismo sexo, al igual que la homosexualidad en sí, se remonta a los inicios de la humanidad.

La actitud de la sociedad hacia estas parejas y hacia las uniones formales de parejas del mismo sexo ha sido un tema controversial y cada persona tiene sus propias opiniones al respecto.

Hay quienes las aceptan plenamente, quienes las rechazan, quienes discriminan e incluso quienes las persiguen.

En Estados Unidos a partir del 26 de junio es legal el matrimonio homosexual en los 50 estados que conforman el país norteamericano.

En México, si bien ya eran permitidos en el Distrito Federal, Quintana Roo y Coahuila, desde el pasado 12 de junio se puede realizar en todas las entidades federativas del país.

Con la resolución de la Suprema Corte de la Justicia de la Nación, aprobada ese día, ahora los jueces de todo el país están obligados a seguir un criterio favorable a las personas homosexuales que presenten amparos para casarse en lugares donde la ley aún no lo permite.

La encuestadora Parametría ha hecho mediciones desde noviembre del 2003 para determinar si la sociedad mexicana aprueba o desaprueba el matrimonio homosexual.

En su primera medición, el 76 por ciento de los encuestados decía estar en contra de que se aprobara una legislación para que personas del mismo sexo pudieran casarse, sólo el 17 por ciento decía estar a favor.

Una cifra muy similar se mostró en enero del 2010, pero luego la tendencia se invirtió, para julio del 2013 el 52 por ciento de los encuestados decía estar a favor de legalizar estas uniones y el 44 por ciento seguía en desacuerdo.

Hoy, en junio del 2015, ya legalizado el matrimonio homosexual por la SCJN, 43 por ciento dice estar a favor, en comparación con el 48 por ciento que no lo está.

Para conocer la opinon de los estadounidenses el PEW Research Center realizó una encuesta muy similar en Estados Unidos: en junio de 1996 el 65 por ciento estaba en contra o muy en contra de estas uniones y sólo el 27 por ciento muy a favor o a favor.

Para septiembre del 2011 esa cifra se empezó a revertir y ya el 46 por ciento decía estar a favor, mientras el 44 por ciento aún estaba en contra. Para mayo de este año, ya muy próximo a que se diera la legalización de matrimonios del mismo sexo en nuestro vecino país, el 57 por ciento estaba a favor, mientras la cifra de los que estaban en contra bajó a 39 por ciento.

La legalización se aprobó casi de manera simultánea en Estados Unidos y en México. ¿Pero cuáles son las diferencias en la manera de pensar entre los estadounidenses y los mexicanos con respecto a este tema? Se hicieron otros dos estudios para determinarlo, uno de Parametría en México y otro del PEW Research Center en Estados Unidos.

A la pregunta: En su opinión ¿cree que la homosexualidad es?? En México, 41 por ciento de las personas contestó que es algo con lo que las personas nacen, y en Estados Unidos 47 por ciento.

Es algo que se desarrolla según la educación de la gente: 23 por ciento tiene esta creencia en México, mientras sólo el 7 por ciento lo cree en Estados Unidos.

Para la opción ?Es la forma en que algunas personas prefieren vivir??, en México lo cree el 28 por ciento y en Estados Unidos la cifra es infinitamente mayor.

¿Qué tan importante es para usted el tema del matrimonio entre personas del mismo sexo?

Para los mexicanos el 41 por ciento es importante, mientras que para los estadounidenses este tema es importante para 54 por ciento.

Para el 58 por ciento de los mexicanos el matrimonio entre personas del mismo sexo no es importante en comparación con el 45 por ciento de los estadounidenses que no le da importancia al tema.

Ha habido un gran avance para que un alto porcentaje de la sociedad empiece a aceptar uniones que resultan fundamentales para brindar seguridad jurídica a un amplísimo grupo de personas. Sin embargo, si vemos las respuestas, en México aún tenemos una visión mucho más conservadora y cerrada de este tema si nos comparamos con Estados Unidos u otros países. El cambio es irreversible aunque quizá no sea tan rápido como queramos.

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