MENUMENU
Identificación Partidista

La identificación partidista en los electores del 6 de Julio

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-El voto independiente supera en número al voto duro

-Identificarse con el PAN no fue suficiente para preferirlo

Para entender mejor los resultados federales del pasado 6 de julio, debemos considerar algunas variables estructurales que van más allá del efecto circunstancial que pudieron tener las campañas publicitarias o los ingredientes contextuales en los meses previos a la jornada. Uno de los factores que vale la pena analizar es la identificación partidista.

La identificación partidista se refiere básicamente al vínculo personal que un ciudadano mantiene con algún partido de manera estable. En la discusión cotidiana esto se ha traducido como la lealtad que una persona guarda hacia un partido. Es frecuente escuchar que al segmento de los ciudadanos que manifiestan una orientación hacia alguno de los partidos, se le denomina voto duro, fiel o seguidor, sobre todo cuando tal identificación manifestada se presume sólida.

En términos electorales la identificación ha sido considerada como un buen predictor de la preferencia, porque se estima que la decisión electoral está guiada por tal identificación partidaria sobre todo en elecciones para el legislativo, donde es complicado para el elector identificar a una persona por quién votar o un tema sobre el cuál incidir. Para explorar la identificación partidaria de los ciudadanos que acudieron el pasado 6 de julio a las urnas consideremos los datos que nos ofrece la Encuesta de Salida de Parametría.

Son más los independientes que los votantes fieles

Comencemos por cuantificar a los que expresan identificación con un partido y a los que no. En nuestro país en promedio sólo cuatro de cada diez (41%) votantes se identifican en alguna medida con los partidos políticos, mientras que la gran mayoría de los electores (54%) se perciben así mismos como independientes de los partidos. Esto conduce a reflexionar sobre el peso que otorgan al llamado “voto duro” algunos estrategas y políticos. Con esto en mente hagamos una introspección sobre el electorado con identidad política y el voto que se considera independiente.

 

El PAN con mayor electorado fiel pero incapaz de convencerlo

Acción Nacional es el partido que en los recientes comicios federales –aún con bajos niveles– registró el porcentaje relativamente mayor de electores con algún vínculo personal de identificación partidista (48%). Es decir, los votantes del PAN están siete puntos arriba del promedio que dice identificarse de alguna forma con un partido, mientras que el electorado del PRI se mantiene cerca del valor promedio (42%) y el del PRD por debajo de tal porcentaje con un 32%. Ahora bien, si el albiazul es el partido que tiene el mayor número de votantes fieles en este 2003, esperaríamos que la gran mayoría de éstos hubieran votado por tal partido. Paradójicamente encontramos que el PAN fue incapaz de convencer a su propio voto seguidor (56%) de votar por él, comparado con lo que hizo el PRI por su parte: el tricolor logra que su propio segmento partidario lo prefiera (67%) en 11 puntos porcentuales más con respecto de lo que el PAN logra en el suyo. Esto llama la atención porque el PAN al ser el partido que tuvo mayor identificación partidista (seis puntos porcentuales más que el PRI), no pudo convencer y retener a su propio elector. Por otra parte, el segmento fiel menos convencido en este proceso fue el del PRD, puesto que sólo uno deque esto se deba al relativamente nuevo voto duro que acumula en comparación con el PRI y el PAN.

Los independientes con el PRI en 2003

El partido con el que menos se identifican los electores en términos generales es con el PRD y con el PRI, ya que registran niveles de poca o nula identificación (61% y 53% respectivamente), por su parte el PAN registra el menor nivel (48%) de independientes. Veamos ahora el comportamiento electoral de estos votantes libres. Los independientes que no se identificaron con el PRD le dieron su voto en primer orden al PRI (43%) y luego al PAN (37%); por su parte, los independientes que no se identificaron con el PAN también le dieron su voto al PRI en primer lugar (51%) y después al PRD (26%), mientras que los independientes que no se identificaron con el PRI fueron los únicos que le dieron su voto al PAN (43%), aunque dicho otorgamiento fue ocho puntos más de lo que recibió el PRI.

Conclusión

Podemos señalar que el voto de los independientes ayuda a entender el resultado de esta elección, si bien el PAN tiene la identificación más alta, la del PRI es más sólida. Aunque queda para estudios posteriores precisar la magnitud de ambas, sí podemos notar que la identificación partidista en esta ocasión no bastó al partido en el poder para ganar las elecciones, a pesar de haber registrado la más alta de todos los partidos. Es muy probable que el voto de lealtad defina cada vez menos las elecciones –si pensamos que sólo cuatro de cada diez votantes están identificados con un partido político– y cada vez lo haga el elector independiente. Los independientes en esta elección se inclinaron por el PRI, o lo que equivale decir que esta vez  quizá jugaron el papel decisivo en el diseño de la nueva Cámara de Diputados.

NOTA METODOLÓGICA: Resultados de la encuesta de salida del domingo 6 de julio de 2003 de Parametría SA de CV. Se consideraron 200 secciones electorales en el país como muestra y se levantaron 7,160 encuestas.

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